A Merced de la Tempestad, de Robertson Davies
A Merced de la Tempestad, Robertson Davies
Libros del Asteroide, Madrid. 2011. Traducción de Concha Cardoso.
La literatura canadiense es poco conocida para un lector en lengua española. De sus clásicos nos acordamos de Saul Bellow y de los escritores actuales más reconocidos aparecen Alice Munro y Douglas Coupland. Desde hace algunos años, Libros del Asteroide lleva una destacadísima labor de traducción de literaturas periféricas, en este caso la canandiense de lengua inglesa. Robertson Davies (1913-1995) es considerado por muchos el más importante escritor canadiense del siglo XX. En España su obra se hizo conocida gracias al premio Llibreter de Narrativa en 2006 por la traducción de su novela El Quinto en Discordia. Autor prolífico, en su obra encontramos novelas, poemarios, obras teatrales, ensayos, recopilación de artículos periodísticos, crítica literaria, etc. A Merced de la Tempestad fue su primera novela y pertenece a la Trilogía de Salterton, la cual describe una cuidad ficticia – Salterton – ubicada en el interior del país. Un grupo de teatro decide representar la obra de Shakespeare “La Tempestad” y para ello deciden convencer a Webster, el hombre más acaudalado de la ciudad, para que les preste durante unas semanas sus jardines para realizar los diversos ensayos. En esas representaciones y las tertulias posteriores se desarrolla una cuidada historia, relatada en narración omnisciente. De todos los personajes el más complejo psicológicamente es Hector Mackilwraith. Profesor de instituto, logra obtener un papel en la obra. De origen humilde, encarna el sueño americano y está constantemente en conflicto por las cicatrices del pasado. Se enamora de su alumna Griselda y esa pasión despertada será un viaje por los miedos y anhelos más íntimos de un individuo en la sociedad que aún no conoce Internet y las relaciones impersonales que propone. Una novela que demuestra la soberana inteligencia de Davies para edificar un monumento literario donde se inscriben los trazos de las pasiones humanas y el campo cotidiano donde tienen lugar.
Deja una respuesta