José Lezama Lima: 2 poemas

AH, QUE TÚ ESCAPES

Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no querías creer
las preguntas de esa estrella recién cortada,
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados,
parecen entre sueños, sin ansias levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir.

RETRATO DE DON FRANCISCO DE QUEVEDO

Sin dientes, pero con dientes
como sierra y a la noche no cierra
el negro terciopelo que lo entierra
entre el clavel y el clavón crujiente.

Bailados sueños y las jácaras molientes
sacan el vozarrón Santiago de la tierra.
Noctámbulo tizón traza en vuelo ardientes
elipses en Nápoles donde el agua yerra.

Muérdago en semilla hinchado por la brisa
risota en el infierno, el tiburón quemado
escamas sueltas, tonsura yerto.

En el fin de los fines ¿qué es esto?
Roto maíz entuerto en el faisán barniza
y en la horca se salva encaramado.

Una respuesta hasta “José Lezama Lima: 2 poemas”

  1. […] En un día verano, ecos de Paul Virilio, Edgar Allan Poe y José Lezama Lima: […]

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